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Como uno de los ciudadanos de Corea que es el único país dividido de este siglo,
es muy significativo y me siento feliz
de poder ofrecer esta oración por la paz.

No ofrezco esta oración de la paz
al Dios del Cristianismo
ni al Dios del Budismo
ni al Dios del Islamismo
ni al Dios del Judaísmo.
La ofrezco al Dios de toda la Humanidad.

Es porque la paz que deseamos
no es una paz sólo de los cristianos
ni sólo de los budistas
ni sólo de los islámicos
ni sólo de los judíos
sino que es la oración de la Humanidad
para todos nosotros.

Ofrezco esta oración de la paz
a Dios que vive dentro de todos nosotros,
que nos llena de alegría y felicidad
que hace que seamos completos
que nos hace comprender que la vida
es una expresión de amor
para toda la Humanidad.

Es porque ninguna religión es superior
que otra religión,
ninguna verdad es más valedera
que otra verdad
y ningún estado es más grande
que la Tierra.

A través de nosotros mismos, ayúdanos para que
podamos traspasar nuestros pequeños límites
y comprender que nuestra raíz es la Tierra
y que antes de ser indios, coreanos o estadounidenses
somos Seres de la Tierra.

Dios creó la Tierra
pero enriquecerla es nuestra tarea
Para eso nosotros
debemos comprender que somos Seres de la Tierra
antes de ser ciudadano de cualquier país,
cualquier raza o cualquier religión
y comprender que somos verdaderamente uno solo
dentro de nuestra herencia espiritual.

Sobre todas las heridas provocadas
en nombre de la religión,
pidamos perdón ante la Humanidad
y curemos esas heridas.
Prometamos unos a otros
dejar todo el egoísmo y la competencia
y así encontranos unificados dentro de Dios.

Ofrezco esta oración por la paz
a Dios Todopoderoso.
Haz que te descubramos dentro de nosotros
y así en algún momento estar orgullosos
frente a ti como una sola Humanidad

Ofrezco esta oración por la paz
junto a todos los Seres de la Tierra

para la eterna paz de la Tierra.