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Administración de la Tierra : De la grandeza a la gloria

 

La sociedad humana ha crecido y desarrollado a través de la administración. La administración significa hacer funcionar y controlar una organización en base a un objetivo y utilizando sus recursos teniendo un objetivo y dirigiéndola para lograr ese objetivo. Todas las unidades de la sociedad humana necesitan de la administración ya sea en gran o pequeña medida. Existen diversas dimensiones de administración desde la administración del hogar, de la empresa, de la región hasta la del Estado.

Hasta ahora la sociedad humana ha sido administrada dividiéndose en diversos grupos de Estado, religión, empresa, región, etc., compitiendo entre sí y en busca de su propio beneficio. Dentro de ello es lógico que se contradigan los intereses de los Estados, las religiones, las empresas y las regiones. El Estado puede coordinar el entendimiento de la empresa pero no puede coordinar el de la empresa que forme un mercado que supere los límites del Estado.

Este tipo de administración competitiva con objetivos egoístas trajo como consecuencia el progreso material en la sociedad humana, pero provocó también la pérdida del valor común y al mismo tiempo de la capacidad natural de coordinación que pudieran unir a la Humanidad. De esta manera se destruyó la ecología de la Tierra. La posibilidad de continuación de la civilización humana está siendo amenazada y ha provocado un gran problema llamado la pérdida de la naturaleza humana.

La sociedad humana que comenzó a tener conciencia de estos problemas, a mediados del S. XX fundó las Naciones Unidas para la paz y la convivencia estableciendo un diálogo pero no pudo traer el cambio positivo deseado por toda la Humanidad. Hasta que los objetivos y los valores de administración que tienen cada una de las unidades de la sociedad humana no modifiquen la dirección para la existencia de la Tierra y la Humanidad no se podrán solucionar los problemas fundamentales.

Dependiendo del grupo o el ambiente al que uno pertenezca, nuestro pensamiento toma diferentes dimensiones, desde la vida personal hasta el Estado. Sin embargo, no hay casi nadie que piense en la Tierra como el objeto de la administración. Es indispensable que veamos a la Tierra como el objeto de la administración y que administremos a la Tierra como lo hacemos con la vida, la empresa y el Estado de cada uno.

La buena administración de la Tierra requiere resolver el problema de qué objetivos y valores utilizarán los ambientes y los recursos de la Tierra, incluyendo los seres humanos. Esto es una pregunta acerca del ser humano, acerca del objetivo de nuestras vidas y hacia qué objetivo se deben orientar nuestras acciones, especialmente las acciones colectivas. La administración de la tierra necesita el consenso de todos los objetivos de la administración de todas las unidades tales como el individuo y el grupo, la empresa, el Estado, la religión, etc. porque sea un esfuerzo de reorganización centralizado en la Tierra. La administración de la Tierra debe existir como la idea suprema de todas las administraciones existentes en la sociedad humana. Para permitir la continuidad de la civilización humana, la administración de la Tierra debe ser el fundamento de la administración individual, familiar, empresarial y estatal.

Sabemos muy bien que en esta sociedad capitalista ya se perdió el significado de clasificar lo beneficioso y lo no beneficioso por medio de la moral y el rol. En la administración de la Tierra es más importante en qué objetivo se usan los valores centrales y las ganancias de la empresa antes del volumen lucrativo. No se espera que las empresas comerciales busquen las líneas de bienestar social a través de las fundaciones sin fines de lucro sino que el bienestar social debe ser una función intrínseca de las empresas. Si la empresa tuviera valores para la “Tierra” y el “Ser Humano” y si utilizara su ganancia en la administración de la Tierra, esa empresa estaría realizando un acto más grande y glorioso que cualquier fundación sin fines de lucro.

Es necesario que aparezcan nuevas filosofías y educaciones de economía. Las acciones justas, grandes y gloriosas deben ser las que tenga el mejor valor de producto. Ese debe ser el enfoque de las empresas. Con esos actos ejemplares se puede realizar la administración de la Tierra. Es necesario que entre los CEO que sueñan con que sus empresas sean grandes y gloriosas se produzca esta concientización y movimiento.

Cuando la grandeza interna traspase el nivel de cumplimiento individual y sea el motivo y la fuerza motriz de la administración de la empresa, del Estado y de la Tierra, entonces la grandeza pasará a ser la gloria. Cuando la vida individual y la administración de la organización sean ejercidas completamente para la salud, la felicidad y la paz de la Humanidad y de la Tierra, entonces la Gran Humanidad pasará a ser la Gloriosa Humanidad.