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Ser Terrestre : Redescubrimiento de la Humanidad

 

Hoy en día, no es nada nuevo hablar sobre el valor y la importancia de la Tierra. Especialmente después de difundirse la destrucción ambiental y su seriedad por el recalentamiento de la Tierra, muchos individuos y organismos se esfuerzan por preservar las reservas terrestres y reducir los gases del efecto invernadero.

¿Qué es la Tierra para el ser humano? Para la Humanidad, la Tierra antes de ser el ambiente que proporciona la base para la vida es un valor absoluto. Nosotros debemos pensar en el valor de la Tierra antes que cualquier otros valores que nosotros ansiemos. La Tierra es el único valor central que puede aunar a todas las personas que viven con diversos valores y relaciones de comprensión dentro de diferentes religiones, culturas y ambientes entre sí. Únicamente la Tierra puede unificar las ideas de la Humanidad más allá de las diferencias religiosas, de nacionalidades, de estados, de culturas y de valores.

Cualquier país, por más grande que fuera, es más pequeño que la Tierra. Cualquier religión o nacionalidad, por más antigua que fuera su historia, es más corta que la de la Tierra. Los estados, las nacionalidades y las religiones pueden originarse y desaparecer pero si desapareciera la Tierra, la Humanidad no podría existir.

En ese sentido hace 10 años creé la frase “Ser Terrestre”.  Nosotros, antes de ser estadounidenses, japoneses o coreanos somos Seres Terrestres. Antes de ser cristianos, budistas o islámicos somos Seres Terrestres. Así como antes de ser médicos, maestros o empresarios somos Seres Terrestres.

Aquél que es consciente de que “Soy un Ser Terrestre” puede traspasar los límites de la nacionalidad, la religión, la ideología o la cultura que formaron la identidad individual de cada uno. Desde el punto de vista de la Tierra, todos estos  elementos son artificiales y momentáneos y así se puede superar los enfrentamientos y los conflictos provocados por los mismos.

Enfocando desde el punto de vista de la Tierra, se puede reconocer desde cuándo se iniciaron los conflictos entre los Estados, las nacionalidades y las religiones y cuáles son las soluciones. Se puede saber fehacientemente que las religiones o los Estados que aseveraban ser los valores absolutos no son más que valores relativos. Cuando la Tierra sea el valor central, entonces la familia, la religión y el Estado podrán ejercer sus funciones y roles originales que ayuden al crecimiento y desarrollo de la sociedad humana.

El ser humano causa enfermedad a la Tierra y tiene la responsabilidad y la fuerza para curarla y generar una Aldea Global armoniosa. El verdadero Ser Terrestre es aquél que piensa que los problemas de la Tierra y de la Humanidad son también sus propios problemas, aquél que hace todo el esfuerzo desde su lugar para solucionar esos problemas y aquél que es conciente de que él es el protector y curador de la Tierra.  Adicionalmente, el Ser Terrestre es aquél que siente que el problema de la Tierra es su propio problema, aquél que sabe que uno es un ser que tiene cuerpo, alma y espíritu y que la Tierra también tiene esos tres elementos y se interrelaciona con la Tierra, aquél que siente alegría y satisfacción en la tarea para curar a sí mismo, a sus vecinos y a la Tierra.  Por ello, existe la urgencia de aumentar el número de estos Seres Terrestres lo antes posible.